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Alberto Robles: “La inteligencia cognitiva invierte en “educar” al motor de Inteligencia Artificial para que el diálogo sea posible”

Alberto Robles, ingeniero de formación es el CEO de Expert System Iberia y miembro del consejo de la compañía. Cuenta con una amplia carrera profesional desarrollada en diferentes organizaciones dentro del sector de nuevas tecnologías.

 

¿Cuál es la realidad de la IA a día de hoy? ¿Qué hay de realidad y de ciencia ficción?

La Inteligencia artificial es muy real. Desde hace años la industria trabaja en la creación de algoritmos con diferentes estrategias para emular la toma de decisiones del cerebro humano, nuestra capacidad de razonar mediante el análisis de la información y la experiencia. Desde la creación de pequeños robots altamente especializados que nos ahorran trabajos tediosos y repetitivos pero necesarios (cuadrar importes de facturas por ejemplo) hasta complejas aproximaciones que proponen nuevos enfoques a problemas tan complejos como la lucha contra el cáncer.  Desde su nacimiento en los 70, hemos ido mejorando notablemente la capacidad de proceso. Hoy en día, las máquinas pueden potencialmente trabajar con un número ilimitado de variables a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones y, así, mejorar procesos que tradicionalmente requerirían muchos recursos y mucho tiempo y esfuerzo. La conducción autónoma es un buen ejemplo de este tipo de «nuevos problemas»

En el mundo empresarial. ¿Cómo están aplicando la IA las empresas españolas?

La extracción de datos de documentos complejos en términos de estructura o contenido (una sentencia judicial o un contrato financiero por ejemplo) es ya casi una comodity en nuestra industria. Algunas soluciones tecnológicas como las plataformas de automatización robótica de procesos (o RPA por sus siglas en inglés) han ayudado a democratizar la IA más allá del IBEX 35. El volumen o la criticidad son las dos grandes palancas para la transformación digital. La competitividad del mercado obliga a unos parámetros de eficiencia que no están sujetos al territorio. Las empresas españolas deben competir al nivel de las americanas, inglesas o alemanas.

¿Cuáles son los principales retos que deben afrontar las compañías para optimizar la utilización de la IA?

El cambio de mentalidad en los equipos directivos. Los márgenes de hoy no son los márgenes de mañana. Hoy en día no se debería plantear un negocio cuya escalabilidad dependa exclusivamente del esfuerzo manual. Uno debe preguntarse ¿si vendiera diez veces más o en diez países adicionales, estaría mi empresa preparada para este tipo de crecimiento? Esta eficiencia operativa nos hace competitivos y resistentes a los vaivenes del mercado.

¿Por qué se considera la inteligencia cognitiva un escenario más avanzado respecto a otro tipo de aplicaciones?

No creo que nadie se apuntase a una autoescuela cuyo método de enseñanza fuera darte las llaves de un coche y decirte que aprendieses mirando como conducen los demás. Hay problemas en los que sin duda no vale la pena poner un empeño especial y se puede dejar que la máquina aprenda por imitación pero, en general, en los problemas más complejos uno quiere hablar con un sistema que tenga una base de conocimiento y razonamiento tal que te da la seguridad que entiende lo que se le explica y lo ejecutará con criterio. La inteligencia cognitiva invierte en «educar»  al motor de Inteligencia Artificial para que ese diálogo sea posible.

¿Qué ventajas aporta?

La resolución de automatismos más complejos, la ejecución de aquellas tareas que requieran contexto y criterio, la robustez al cambio, el no partir de cero, etc.

Por último, a nivel empresarial ¿qué escenario vislumbras a cinco años vista?

La aplicación de la IA será casi una obligación en casi todos los ámbitos. Igual que nadie entiende hoy en día que su banco le envíe publicidad de un producto que ya posee, la IA entrará en los productos clásicos de consumo de manera natural. Hoy en día ya vemos algunos primeros indicios de ese futuro a través de sistemas de fichaje con reconocimiento facial, algoritmos de recomendación personalizados, sistemas de protección de fraude financiero, efectos especiales hiperrealistas, móviles con coprocesadores de IA, etc.